Por José Antonio Hernández Reyes
Empiezo hablando de los parecidos entre teoría queer y teoría bisexual y algunas limitaciones de la primera para comprender a la segunda, al mismo tiempo que contrapongo lo queer con el movimiento gay tradicional y hablo de las muchas aportaciones del feminismo lésbico al movimiento y teoría bisexuales para terminar de nuevo con las mejores aportaciones de lo queer a lo bisexual.
La teoría queer que emergió en los 90s plantea la ruptura de las díadas homosexual/heterosexual, hombre/mujer, masculino/femenina pero este rompimiento es visto de distinta manera por los diferentes activistas y teóricos queer.
Si en los inicios del movimiento gay, en la era que siguió a Stonewall, el movimiento gay invitaba a los heterosexuales a descubrir su lado homosexual, parte del movimiento queer actual invita a los gays y las lesbianas a descubrir su bisexualidad y transgeneridad aunque sin mencionarlas.
Nombrarse queer para varios gays y lesbianas significa no creer en una identidad fija y estable sino más bien fluida y fragmentada. Ya no podemos nombrarnos con una identidad que nos sujete, porque ésta puede cambiar y nunca va a poder decir todo lo que somos. Esto dentro de un marco posmoderno y de acuerdo con varios autores posmodernos que anuncian la muerte del sujeto.
Donna Haraway menciona las consecuencias políticas de este anuncio en un momento donde varios sujetos subordinados, mujeres, no blancos, la clase trabajadora empezaban a ser tomados en cuenta como sujetos. Para Haraway, lo posmoderno trata de celebrar y valorar las diferencias entre individuos que forman parte de una comunidad.
Judith Halberstam en un análisis sobre teoría queer y transgeneridad contrapone los puntos de vista de transexuales de mujer a hombre y mujeres traileras, en la que los primeros se describen como serios y que sufren en contraposición a las segundas que sólo están jugando con el género influidas por el activismo y la teoría queer. Así la transgeneridad (y yo pienso que la bisexualidad se encuentra en una posición similar) sólo es un juego que pueden llevar a cabo gays y lesbianas pero no en una identidad valida y diferente. Halberstam critica esta dicotomía mencionando que la subjetividad de las mujeres traileras al instalarse en un vacío hace sufrir pero que al mismo tiempo deslegitima con su presencia el pensamiento binario.
Algunos teóricos bisexuales como Elizabeth Daümer posicionan a la bisexualidad como transgresora, flexible, fluida, no fija, como contenedora de deseos homosexuales y heterosexuales que coexisten. Muy parecido a lo que plantea la teoría queer pero personificado en la (el) bisexual al desestabilizar los binarios de sexo y genero con la sola visibilidad de su subjetividad. Incluso una teórica Merl Storr sugiere que el surgimiento de una identidad bisexual más visible y validada por el Status Quo (aunque por supuesto no en un mismo nivel que la heterosexualidad y ni siquiera de la homosexualidad) es gracias al planteamiento de una ideología posmodernista (haciendo alusión al surgimiento del “homosexual” a la par que la ideología modernista). Paradójicamente esta perspectiva plantea a la identidad bisexual como pasajera e inestable.
Hay varias críticas de esta perspectiva, Jo Eadie reflexiona sobre que es lo que no cambia en la bisexualidad, una mujer que sólo desea hombres masculinos y mujeres masculinas por ejemplo o el hombre bisexual que lleva un sólo tipo de actividad sexual de hombres a mujeres (la penetración activa por ejemplo).
Greta Christina (una activista bisexual) dice que ella no es heterosexual con los hombres y homosexual con las mujeres, que ella es bisexual con ambos, pues el tener sexo con ambos ha cambiado el tipo de relación que tiene tanto con unos como con otras.
Otros teóricos y activistas bisexuales y algunos psicólogos y sexólogos que incluyen a la bisexualidad en su perspectiva plantean a la bisexualidad como una tercera opción pero llegan al otro extremo de una linealidad bisexual en la que si tienes una orientación bisexual, te conduce o debes conducirte bisexualmente y te identificas o te tienes que identificar como bisexual. Esto siguiendo la misma línea de la identidad como etnia que predomina en los movimientos gays alrededor del mundo.
Argumentando que los gays formamos parte de un grupo que tiene cosas en común como los judíos o los negros. Y muchos teóricos dicen o insinúan que no podemos cambiar y que lo más sano y adaptativo para nosotros (el nosotros se entiende cómo el conjunto de personas que tiene deseos homosexuales y por lo tanto se sigue una orientación homosexual) es identificarnos como gays o lesbianas y vivir un estilo de vida gay o lésbico.
Por otro lado el feminismo lésbico siempre ha considerado como importante el enfatizar su elección de su identidad sexual, como un definirse así mismas y alejarse de las normas heteronormativas y patriarcales proponiendo nuevas formas de relacionarse y de recrearse. Del feminismo lésbico han salido varias de las lideres del movimiento bisexual en Estados Unidos e Inglaterra con lo cual han llevado a este, la importancia de la elección de la identidad y de la creación y recreación de viejas y nuevas formas de ser, estar e identificarse.
Ángela Alfarache distingue en su estudio de identidades lésbicas entre autoidentidad e identidad socialmente asignada, a mí me parecen para este análisis muy importante las dos, y creo que la mirada del otro es importante aunque no necesariamente fundamental en la formación de la propia identidad. Y la mirada del otro se fija en las conductas, desde gritar soy bisexual, o decir me gusta esa chava siendo un chavo de apariencia afeminada o una chava de apariencia femenina, hasta erotizarse con un hombre y una mujer al mismo tiempo, pueden leerse como conductas bisexuales. Donde se interrelacionan prejuicios y juicios, validación o invalidación de las identidades entre otras.
Marjorie Garber, una teórica bisexual nos cuenta el mito de Tiresias relacionándolo con la teoría de Freud acerca de la bisexualidad, y crítica aunque no hace énfasis en ello, el resultar ser la bisexualidad algo doblemente heterosexual, como tu parte femenina que se relaciona con lo masculino y tu parte masculina que se relaciona con lo femenino, y aquí masculino y femenino resulta ser inseparable de hombre y mujer.
A mi me gusta imaginar a una Tiresias doblemente homosexual, a una lesbiana que se convierte en gay y vuelve a convertirse en lesbiana y por lo tanto imaginar a la bisexualidad como doblemente homosexual, no diciendo que una bisexualidad doblemente heterosexual no exista o sea menos valida, sino agregando una posibilidad más de las maneras de vivir la bisexualidad. Pat Califia una escritora y activista lesbiana y sadomasoquista, decide nombrarse bisexual y poco después se hace una operación de reasignación de sexo y ahora vive con otro hombre en una relación gay.
La pluralidad de las identidades es un tema que el economista Amartya Sen convoca en un texto suyo que habla de identidades, en las que se refiere explícitamente a identidades raciales, étnicas, nacionales y religiosas que se trastocan entre si, pero advierte que su texto también puede servir para otras identidades no mencionadas explícitamente, creo que es el caso de las identidades de genero, de rol de genero, sexuales, de orientación sexual y de preferencia sexual que también se trastocan y se interrelacionan entre sí, aunque la sexología actual quiera separarlas y encajonarlas. Sen menciona que en cada uno de nosotros pueden coexistir diversas identidades de distintos ámbitos por ejemplo ser mestizo y bisexual una combinación que a nadie le parezca raro (queer) que coexistan pero también menciona que pueden coexistir identidades que a primera vista puedan parecer contradictorias o excluyentes una a la otra como gay y bisexual o lesbiana y bisexual.
Elspeth Probyn analizando a la sexualidad desde una perspectiva queer que la considera movible y fluida, analizándose así misma dice que no necesariamente tienen que ir de un hombre a una mujer para ser fluida, sino por ejemplo de los caballos como imágenes eróticas a la sexualidad lésbica. Clare Hemmings otra teoría bisexual también dice estar interesada en otros cruces de la bisexualidad, no solamente entre espacios heterosexuales y espacios homosexuales, sino por ejemplo entre espacios de hombres gays y espacios de lesbianas.
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